La gastronomía de esta localidad es excelente, destacar los asados un plato imprescindible en toda la comarca, sobre todo el lechazo elaborado en horno de leña, al estilo tradicional. Además existen otros platos típicos de la zona como la sopa castellana, así como el chorizo y como no la morcilla de Burgos.
En cuanto a la repostería de Aranda hay que destacar los empiñonados, las yemas, las rosquillas y las tortas de Aranda.
Como hemos mencionado, la gastronomía es uno de los puntos fuertes de la localidad. Existen cuatro afamados pilares en su gastronomía:
- El vino tinto de Denominación de Origen Ribera del Duero, de fama mundial.
- El lechazo asado en horno de leña (Lechazo de Castilla y León) y las chuletillas de cordero.
- La morcilla de Aranda, la variedad local de la morcilla de Burgos, futura Indicación Geográfica Protegida (I.G.P.).
- Y la Torta de Aranda, un pan tradicional de la ciudad, y futura Indicación Geográfica Protegida (I.G.P.).
El vino es pieza fundamental en la gastronomía local, ya que sus caldos pertenecen a la D.O. Ribera del Duero, (de cuya zona y comarca es capital). En cuanto a postres destacan los empiñonados y las yemas.
El cordero asado es el buque insignia de la gastronomía arandina, tanto es así, que en la ciudad nos encontramos ante un sector hostelero muy numeroso dedicado especialmente a este plato, cuyos restaurantes se dan citan en las "Jornadas del Lechazo", dedicadas a promocionar este producto. Aranda de Duero es además, sede de la Indicación Geográfica Protegida “Lechazo de Castilla y León”.
La morcilla de Aranda, la variedad local de la morcilla de Burgos, tradicionalmente utiliza como especias el comino, pimienta negra y un punto de canela. Además se realizan dos cocciones, una antes de embutirla y otra después, dando como resultado una apreciada variedad que "repite" menos.
Otro producto primordial son los quesos de oveja, frescos, curados y semicurados. El queso fresco acompañado de miel, es ideal como postre.
El 15 de septiembre de 2006, Aranda de Duero arrebató a la ciudad de San Francisco (Estados Unidos) el récord mundial de cata de vino, al reunir a 5.095 personas catando vinos de la zona.






